domingo, 17 de julio de 2011

Corto Pablochi: "Sigues dando vueltas" - primera parte.



Sigues dando vueltas.

Primera parte:

-          Pablo, salís en cinco –se asomó una castaña al camarín, justo antes de que se pusieras la remera.
-          Dale, ya salgo.

Justo al cerrar la puerta, el sonido de su celular comenzó a sonar. Lo tomó (estaba sobre la cama del camarín) y vio que era ella. Sonrió y contestó algo dificultoso ya que se estabas vistiendo y estaba a punto de salir a escena.

-          Hola amor – dijo con ternura sin dejar de sonreír.
-          ¡Hola Peque! ¿ya saliste ya? – dijo animada la morocha.
-          No, no.. estoy a punto de salir a grabar otra escena, no se a que hora salga hoy, más tarde te llamo si no puedo ir a recogerte ¿si?
-          Bu, quería que fuéramos a cenar juntos.. ¿crees que puedas?
-          No lo se cariño, tengo que ver si me dan autorización para salir antes. Te prometo que cualquier cosa te vuelvo a llamar ¿si?
-          Bueno está bien. Extráñame muchito, yo te extraño tantísimo a vos, pequitas – dijo tierna dejándose caer en un sillón.
-          Yo también te extraño gorda, mucho.
-          Te amo – dijo sonriendo ella. Del otro lado hubo un gran silencio - ¿Pablo estás ahí?
-          S…si, si acá estoy… te tengo que cortar que me están esperando para salir…
-          Pero no me contestas….
-          Chau amor, ahí te llamo.

Colgó rápidamente y dejó el celular nuevamente sobre la cama. Se tiró el pelo hacia atrás, cerrando sus ojos fuertemente sin lograr entender por qué aún no era capaz de decirle un “yo también” o simplemente un “te amo”. Sentía muchas cosas por ella, era una mina hermosa, realmente era como esas mujeres que él había soñado tener toda su vida: era alta, con una cara perfecta, ojos claros, labios grandes, un cuerpo escultural, en pocas palabras, era una mujer perfecta. Sin embargo las cosas no eran como él quería que fueran, no lograba decirle un simple “te amo”, cada vez que intentaba decirlo se sentía una basura, un mentiroso de lo peor una mala persona, y eso era porque realmente no lo sentía. “El tiempo me va a ayudar, yo me voy a enamorar de vos”, se decía todos los días intentando convencerse que el amor era así, que algunas veces había que esperar un poco y dar oportunidades para que este nazca.

-          ¿Gordo te pasa algo? – Cande se sentó a su lado y le acarició la cara con ternura – te veo medio bajón ¿Qué pasa? ¿no deberías estar súper contento por todo esto? – sonrió ampliamente la morocha.
-          Lo estoy – sonrió poco – estoy muy feliz ¿Qué no me ves?
-          Ah ya se – se miró las uñas – ¿te peleaste con…
-          Macarena se llama Cande..
-          Bueno eso, ¿te peleaste con Macarena?
-          No, estamos muy bien de hecho ahora voy a pedir permiso para retirarme antes así salimos a cenar juntos – sacó un café de la maquina.
-          Ah igual no te veo tan contento que digamos que se yo, quizás son cosas mías.
-          Seguro son cosas tuyas Cande, te pasas rollos por todo, a veces te pones pesada – la morocha abrió grande la boca al escuchar eso.
-          ¿yo pesada? – se apuntó – vos sos el mala onda Pablo Andrés Martínez, desde que estás con esa mina que sos un amargado, cuando estabas con Rochi eras más tierno… - Pablo se frenó y Cande hizo una expresión de “ups” – no bueno, tampoco tan así, estoy exagerando… en realidad era todo una broma – rió y se acercó a abrazarlo – sabes que me gusta molestarte gordo – le apretó los cachetes haciendo que Pablo girara los ojos.
-          Dale, vamos a trabajar mejor será así mantenés la boca ocupada y dejas de decir tantas boludeces – Cande le pegó en el brazo mientras caminaban, Pablo rió.

A pesar que era un día helado, el sol estaba radiante en la capital. Buenos aires se vestía de un clima fresco pero iluminado por los rayos del sol. La rubia se despidió de sus compañeros y se dirigió al auto para volver a casa. La radio fuerte, Avril Lavigne, pulmón a todo lo que da, eso era lo que más amaba de volver a cada después de un agotador día de trabajo. La casa estaba vacía, era temprano aún para que sus hermanas estuvieran y seguramente Adri andaba de compras, el único que se acercó feliz a saludarla fue Cafre.

-          Hola hermoso – lo alzó en sus brazos llenándolo de besos – que raro que mamá Adri no te llevó con ella… ¿Qué tal si hacemos algo para merendar y vemos una peli? ¿te copa? – volvió a llenarlo de besos y se dirigió al a cocina.

“the notebook” fue la película elegida. Le encantaba mirarla una y otra vez, era su película favorita y cada vez que la veía terminaba con las lágrimas a flor de piel. Esta vez que la miró fue distinto. Un amor tan fuerte, inseparable, un amor que superaba cualquier problema, incluso los años que pudieran pasar o las terceras personas. Entonces por su cabeza pasó él, aunque enseguida intentó quitarse su imagen de la cabeza. Se acordaba una y otra vez en ese mismo cuarto, a solas los dos, besándose eufóricamente, cayendo a la cama, las manos de él recorriendo su cuerpo, sus lenguas entrelazadas, las manos de ella aferradas a su ancha espalda, los suspiros, los besos, los “te amo”… sacudió la cabeza al instante y apagó la televisión. Le estaba afectando más de la cuenta. Él estaba con otra mujer, estaba feliz, no se había demorado nada en olvidarla, los había visto de la mano aquel día que fue a grabar a super torpe…

·         Estaba parada en el patio principal esperando para grabar la escena, acomodándose el vestuario y esperando al director, cuando de pronto miró a su lado izquierdo y vio la escena más desagradable de todas. Pablo se acercaba a una morocha con cara de muñequita de porcelana, la cual se le lanzaba al cuello y al instante se besaban apasionadamente, chocaban sus narices y se reían. Se veían tan felices juntos, y una puntada dentro de la rubio se hizo notar. Los ojos llenos de lágrimas y unas horribles ganas de salir corriendo, de tirársele encima a esa maldita aparecida y de matarlo a él por estar con otra y no rogándole a ella de volver. Sentía que se lo merecía por haber sido tan forra, por haberlo engañado en Brasil cuando él era la persona más buena del mundo. Pablo siempre había estado a su lado para todo, mataba y daba lo que sea por verla feliz, sonriendo todo el tiempo, la consentía a todo momento y solo la hacía pasar buenos momentos juntos, se amaban como nadie más se podría amar en el mundo… pero ella lo arruinó todo, se sentía la peor basura del mundo, ver los ojos verdes de él completamente apagados cuando le había dicho la verdad, verlo destruido llorando por su culpa, diciendo que se sentía el tipo más desgraciado de la vida… le había pagado muy mal todo lo que él había hecho siempre por ella.

Se levantó de la cama y se acercó al dvd para apagarlo. En ese momento algo calló de la repisa. Se agachó a recogerlo y entonces al mirarlo sintió nuevamente ese vacío en su interior. Ella juraba y daba por hecho que todas las fotos de ellos juntos ya no estaban, pero al perecer no era tan así. Era una foto de Uruguay cuando habían ido a vacacionar juntos, salían besándose y medio sonriendo, ella colgada de su cuello, y … felices.
Giró la vista y notó que en la repisa había una caja la cual se había volteado. Se sentó en la cama con ella entre sus piernas y notó que aquella cajita era la que contenía todas las fotos de ellos juntos, las fotos que le había regalado una fan para sus dos años de noviazgo. No pudo evitar sentir una oleada de calor en su interior, bronca, melancolía, pena, todos los sentimientos juntos. Cerró sus ojos con fuerza pero no fue suficiente para no llorar… “Rochi vos sos grande, las cosas se terminan ya está, se terminó, no hay más amor” intentaba hacerse la idea, pero su corazón a cada latido le decía algo distinto “todavía estás enamorada de él, no puedes hacerte la idea de perderlo”. Se levantó y tomó su celular, estaba decidida a jugárselas esta vez.

-          ¿hola? – se escuchó al otro lado del teléfono. Pablo sabía que era ella, la conocía perfectamente, incluso conocía cuando suspiraba, su aliento a través del teléfono, conocía completamente todo de ella - ¿Quién es?- fingió – voy a colgar…
-          Pablo… - dijo la rubia con voz temblorosa.
-          ¿Rocío? – sonaba tan lindo su nombre entre el sonido de su voz, aunque extrañaba esos “mi amor” a comparación de un “Rocío” frío y amargo. - ¿sos vos? ¿pasa algo?
-          Si, si soy yo… perdón que te llame, ya se que seguro estás grabando y no… no debería joderte pero…
-          No, tranqui… estoy manejando pedí para salir antes…
-          Ah… - hubo un silencio – si bueno… yo…
-          ¿pasa algo?
-          ¿sería posible que nos viéramos? – Pablo no dijo nada, realmente le tomaba por sorpresa escuchar algo así de parte de ella, después de todo, era ella la que había decidido hace unos meses dejar de verse y mantener contacto porque “ya no daba para más la relación” – bueno yo…
-          No, no ya está, soy una tarada – rió tímida tomándose la frente – perdón no debería haberte llamado, chau…
-          ¡no pará! – Rochi sonrió – está bien… si… digo, si podemos vernos supongo…
-          ¡que bien!, me alegra porque tengo que pasarte unas cosas – miró la caja con fotos – que tengo tuyas y que bueno no es necesario que las tenga yo… - una linda excusa para verlo - ¿Cuándo puedes?
-          Ahora, si quieres…
-          Dale si, puedo… voy a tu departamento ¿está bien?
-          Estamos, nos vemos.
-          Un beso… - colgó y se puso el teléfono en el pecho, se mordió el labio y luego enarcó una ceja - ¿un beso le dije? ¿Qué te pasa Rocío ni que no lo conocieras? – se tiró a la cama sonriendo.

Colgó el celular y luego se dio cuenta lo que había hecho. Había quedado con Macarena de salir a comer y ahora le había quedado con Rochi de encontrarse en su departamento. Maldición, odiaba cuando pensaba con el corazón y no con la cabeza, porque ni siquiera lo había pensado, estaba feliz de volver a verla y eso era lo único que importaba. Tomó el celular y marcó, a pesar de todo, tenía que tomar una decisión.

-          Maca… tengo un problema.
-          ¡Mi amor! ¿Qué pasa? Ya estoy casi casi lista – llevaba casi tres horas maquillándose.
-          No creo que podamos vernos hoy…
-          ¿Cómo? ¿Por qué?
-          Pasa que voy a salir tarde y bueno después tengo unas cosas importantes que hacer, perdón…
-          Bueh – se sentó al borde de la cama con puchero – está bien, supongo que nos vemos mañana ¿no?
-          Si, si obvio… te mando un beso gorda, te quiero.
-          ¿solo me queres? – sonrió –yo te amo mucho…
-          Si, si eso… bueno besos, nos vemos.
-          Chau.

No sabía si estaba bien, solo sabía que estaba, bien o mal, pero iba a hacerlo, aunque sea para cerrar esa maldita etapa que no lo dejaba vivir en paz.

7 comentarios:

  1. MUUUUUY bueno ... me encanto :D quiero mas u.u ajajajaja

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  2. Muyyy buenooo, me encanto, hay vecees que los Fics tendrian que parecerse tanto a la reealidad!♥

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  3. muy bueno!
    esa perra de macarens me cae mal en l vida real y cualquier lado que aparezca ¬¬ ajjaja
    quiero la sgunda parte!!! jajaj
    besito (K)

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  4. Woaoooooooooo!!! ESPECTACULAR EL CORTO te luciste como siempre *-* espero la segunda parte ;D

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  5. Me encantta♥ quiero la segunda partte♥

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  6. Me encaaantoo! Màs tiernita Rochi ♥ Como me gustaria que en la vida real fuera asi :)Me cae tan mal esa Macarena ¬¬ jajaj Espero la segunda parte :D

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  7. Me encaanto!! La dejo plantada a macarena eso me gusto mas xD

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